martes, 11 de octubre de 2016

marco teorico



ORIGEN DE LA LIMPIEZA GENERAL

La vida en la actualidad sería inimaginable sin los productos creados por la industria de jabones, detergentes y productos de mantenimiento. Sería imposible que transcurriera un solo día sin que utilizáramos uno de los productos de esta industria: sin ropa limpia, platos limpios o suelos limpios; sin equipos de hospital higiénicos ni áreas de preparación de alimentos.

En Europa, los estándares de higiene son relativamente altos, pero en muchas partes del mundo la higiene aún es un desafío constante. En los países en vías de desarrollo, se pierden muchas vidas a diario debido al consumo de agua insalubre, al saneamiento deficiente y a una  higiene deficiente. En los países desarrollados, la aparición de determinadas enfermedades infecciosas en el hogar y en espacios públicos ha demostrado que se pueden mejorar muchos aspectos.

Es en este contexto en el que los productos de la industria juegan un papel esencial, tanto dentro como fuera del hogar. No sólo son indispensables para el mantenimiento adecuado de los bienes de las personas, sino que lo más importante es que, cuando se combinan con prácticas de higiene habituales, tienen un probado efecto positivo en la salud combatiendo la propagación de gérmenes.

En toda Europa, la proporción de enfermedades transmitidas por los alimentos continúa siendo inaceptablemente alta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 40% de los focos transmitidos por los alimentos se origina en los hogares. Las personas, los alimentos contaminados y los animales domésticos introducen constantemente gérmenes o patógenos en el hogar. Los estudios han revelado que algunos tipos de gérmenes pueden perdurar en las superficies de la cocina, el baño, el lavadero y otros lugares del hogar. Estos gérmenes incluyen la Salmonella y E. col, que pueden provocar infecciones gastrointestinales graves. La mayoría de los gérmenes se reproducen en áreas húmedas tales como fregaderos, duchas, inodoros y desagües, mientras que el moho puede crecer en superficies húmedas tales como las paredes de azulejos. Las bacterias como el Estafilococos, que provocan infecciones en la piel, heridas y ojos, y el virus del resfriado pueden perdurar en superficies secas tales como toallas, ropa blanca, picaportes, grifos y teclados de ordenador.
Limpieza, higiene y desinfección… Una cuestión de definiciones
La limpieza es la eliminación mecánica de suciedad de un objeto o área. En condiciones normales, la limpieza con jabón o detergente seguida de un enjuague con agua es adecuada para eliminar la suciedad visible, alérgenos y gérmenes. Sin embargo, en algunas situaciones cuando hay un alto riesgo de transmisión de gérmenes (por ejemplo, durante la preparación de alimentos crudos o cuando hay alguien en el hogar que está infectado o es muy vulnerable a las infecciones) se aconseja utilizar un desinfectante.
La higienes refiere a la práctica por la cual las personas mantienen o promueven la buena salud conservando la limpieza en sí mismas y en sus entornos, mediante la limpieza y, cuando es necesario, la desinfección de superficies, unidades, entornos y elementos de uso personal con el fin de romper la cadena de infección.

Limpiar es eliminar la suciedad portadora de gérmenes sin deteriorar los revestimientos, permitiendo romper los mecanismos de transmisión existentes en los mismos.
La limpieza se define como la ausencia de suciedad y tiene una interpretación diferente en función de quién sea el interlocutor. No es lo mismo limpiar un taller en donde solo sería necesario recoger los artículos tirados y poco más, a limpiar un hospital, donde tendríamos que conseguir la ausencia de microorganismos infecciosos.
Para poder ejercer una acción eficaz, debemos conocer las fuentes de contaminación y los mecanismos de transmisión. La limpieza sigue siendo la mejor garantía de lucha contra las infecciones.
Debemos respetar las indicaciones del responsable/fabricante sobre las mezclas de productos de limpieza y desinfectantes para que no se vuelvan peligrosos.

Es muy importante no contaminar. Hay que tener especial cuidado en no transportar los gérmenes de un lugar a otro. Por ejemplo, utilizar un trapo sucio es contaminante y también lo es no cambiar el agua de fregar con la debida frecuencia.
Por ello, será preciso limpiar desde lo menos sucio hasta lo más sucio con objeto de no contaminar las superficies no contaminadas.
La limpieza es una necesidad que nos permite conseguir un nivel de higiene aceptable y a su vez un grado de estética donde los usuarios del edificio se encuentre lo más a gusto posible, evitando deteriorar los materiales y consiguiendo una buena imagen.
Dependiendo del edificio a limpiar y de la actividad a la que se dedique, esta limpieza además implica:
Estética, cuando se pretende atraer a través de la limpieza: brillo de suelos, orden, etc.
Seguridad: cuando hay que eliminar grasa para evitar deslizamientos, retirar residuos para evitar caídas, etc.

Higiene: cuando a través de la limpieza se pretende romper los mecanismos de trasmisión de los gérmenes que se encuentran en la suciedad, con el fin de evitar que se conviertan en peligrosos para la salud


FORMACIÓN OCUPACIONAL EN LIMPIEZA
La función principal de la limpieza Consiste en romper los mecanismos de transmisión con el fin de reducir y evitar la acumulación de desperdicios, basuras y otros elementos del entorno para reducir el riesgo de infecciones y mantener las instalaciones en perfecto estado de conservación e imagen.
La limpieza limita el crecimiento microbiano al eliminar los nutrientes, pero no puede eliminar el riesgo de una infección, sin embargo, no se puede aplicar una acción desinfectante sin hacer una limpieza previa.
Todos estos elementos se encuentran en la materia orgánica. Se reproducen con extrema rapidez a un ritmo de millones al día.
Por tanto, las funciones principales que cubre la limpieza profesional de inmuebles son:
Prevenir la acumulación de suciedad.
Prevenir la salud medioambiental y la salud de las personas que usan los espacios y locales.
Mantener ordenados los espacios de estudio, trabajo y/o convivencia diaria.
Mantener la estética de los espacios y calidad medioambiental de los servicios prestados a los clientes (usuarios, trabajadores, etc.)

1 comentario:

  1. Me parece interesante que se mencione el papel de los productos de la industria de jabones, detergentes y productos de mantenimiento. También es importante el uso de aparatos como humidificador plantas para mejorar la limpieza. Saludos!

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